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Areli S. Ramìrez Reyes
Sinly M. Ochoa G.


 



La Inteligencia emocional, es un tema que cada vez cobra más importancia entre la sociedad, debido a su influencia en la vida del hombre, y al respecto hay una pregunta que platea  Jose Luis Zacagnini ¿Tenemos que reprimir las emociones o podemos integrarlas en la vida cotidiana?

Es interesante reflexionar acerca de esa cuestión, puesto que en variadas ocasiones la tendencia en general consiste en reprimir las emociones o no saber expresarlas adecuadamente. El contexto en el cual se desempeña el papel de las emociones, abarca desde la relación con uno mismo hasta la vida en familia, en la escuela, el trabajo etc.

 "El papel que las emociones pueden jugar y juegan a la hora de condicionar y, eventualmente mejorar, nuestro comportamiento cotidiano" (Zacagnini, 2004, p.16), nos conduce a reconocer que a diario nos enfrentamos a la influencia de las emociones no solo propias, sino también ajenas,  desde  el momento en que entramos en contacto social, se abre una gama de posibilidades para experimentar emociones, que sólo en contacto con las demás  personas se producen.  La manera en  que manejamos las emociones, la vamos aprendiendo por medio del ejemplo que nos proporcionan a nuestro alrededor, Zacagnini (2004) lo menciona de la siguiente manera:

        Lo que se esta poniendo de moda desde finales del pasado siglo XX en Occidente
        es asignarle a las emociones un nuevo papel cultural de gran relevancia, que nos
        está llevando a lo que parecen importantes cambios, tanto psicológicos, como so-
        ciales y culturales (p. 19)

Comprendiendo que las emociones tienen un papel cultural, inmediatamente podemos apreciar la relación que tiene respecto al ámbito educativo y formativo en el ser humano, es decir, se puede enseñar, desde una edad temprana a hacer uso de la inteligencia emocional, a favor de un desarrollo integral, que permitirá potencializar el pensamiento, la creatividad, y en consecuencia,  se encontrará articulado con nuestras otras inteligencias. Porque es en las emociones donde se manifiesta el bienestar o el descontento. Y el fin pricipal que se busca al saber controlar y adecuar las emociones, consiste en formar hombres que canalicen sus emociones a favor de su bienestar, a favor del bienestar común.

Aprender a identificar y controlar las emociones, es la base de la inteligencia emocional, con la ayuda de una buena autoestima, conduce al individuo a una mejor relación interpersonal, con el propósisto de un mejor aprendizaje, por lo tanto, significativo; además ayuda a saber expresar y comunicar los sentimientos. De lo contrario, si no existe un equlibrio e uso inteligente de las emociones, repercute en la vida propia y ajena, de manera negativa.


Lista de Referencias

* ALTERIO Ariola, Gianfranco y Pérez Loyo Henry. Inteligencia Emocional : Teoría y Praxis en la Educación. Recuperado el 24 de agosto de 2009, de http://medioscomunicacaion.weebly.com/uploads/6/3/0/6/630673/inteligenciae.pdf

* PENA Garrido, Mario; Lozano Santiago Sara. UNED. El desarrollo de la Inteligencia Emocional en la Educación Infantil. Recuperado el 24 de agosto de 2009, de http://medioscomunicacaion.weebly.com/uploads/6/3/0/6/630673/pena-mario3.pdf

* ZACCAGNINI Sancho Jose Luis. Que es inteligencia emcional: relación entre pensamiento y sentimientos en la vida cotidiana. Madrid: Biblioteca Nueva, 2004.